En lo deportivo, que os voy a decir, amo el piragüismo, es mi pasión y mi ojito derecho; no me canso de decir que la piragua y la pala siempre están ahí pase lo que pase, para lo bueno y para lo malo, en los momentos difíciles y en los de máxima felicidad, y en mi caso ha sido es y será uno de los aspectos mas importantes de mi vida. Ahora que estoy haciendo el balance deportivo de 2017 debería hacer referencia a los títulos y medallas conseguidas en los diversos campeonatos nacionales e internacionales pero permitirme que en esta ocasión deje a un lado ese aspecto, si ya se que puede parecer extraño pero hoy quiero resaltar la faceta donde verdaderamente he disfrutado estos 365 días y eso, amigos míos, ha sido durante los entrenamientos.
Hace unos cuantos años, cuando rondaba los cuarenta estaba convencido de que al llegar a los 45 dejaría de competir y me dedicaría al turismo náutico. Llegaron los 45 y me dije: "Javier, vamos a ver si llegas a los 50 con este nivel". . . . .a los 50 me dije lo mismo y ahora que voy para los 57 pues que queréis que os diga. . . . .que ya no me baja de mi K1 ni un Tsunami. Jamás hubiese creído que a mi edad podría llevar a cabo entrenamientos tan exigentes como los que he realizado en estos meses atrás. El ser humano es sorprendente y yo, a estas alturas de mi vida, ya debería estar despidiéndome de manejar estas pulsaciones, velocidades e intensidades, debería estar despidiéndome de llevar a cabo entrenamientos con compañeros a los que triplico la edad, debería estar olvidándome de las marcas que tenia hace 10 años. . . . pero no es así y le estoy sumamente agradecido a la vida por permitirme competir a este nivel y sobre todo disfrutar de mis sesiones en el agua con mis compañeros.
FELIZ AÑO NUEVO AMIGOS, NOS VEMOS EN EL AGUA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario