martes, 29 de julio de 2014

ENTRENANDO EN EL RIO EBRO

Hace un par de semanas decidí cargar las maletas  la pala y el K-1 en el coche y poner rumbo al norte para pasar el resto del verano con la familia en Logroño. El club Mansilla de la Rioja siempre  me permite usar sus instalaciones sin ningún problema y entrenar en esa magnifica lámina de agua que el majestuoso río Ebro nos ofrece. Echo de menos a mi grupo de entrenamiento de Madrid pero en septiembre volveré a retomar las series con ellos; de momento a viajar por el norte conociendo nuevas rutas, lugares paradisiacos y playas increíbles.

Aprovechando la cercanía me desplacé hace días a mi ciudad natal Tudela para llevar a cabo un entrenamiento con los chavales y de paso volver a surcar las aguas que hace 40 años ( madre mía!!!!) vieron iniciarme en este deporte. Recuerdo que no fui un muchacho muy experimentado en los inicios, le comentaba a uno de los muchos chiquillos que se acercaron a disfrutar del entrenamiento, yo tenia serios problemas para salir del embarcadero, me caía constantemente mientras mis compañeros iban de aquí a allá sin problemas. Por suerte, al mes de practicas ya pude acompañarles.

La jornada con los críos fue muy interesante y agradable, me gustó trabajar con ellos, corregir su técnica, aconsejarles y  ofrecerles otro punto de vista de este deporte que seguro va a llenar muchas horas de sus vidas a partir de ahora. Por mi parte fue una muy buena experiencia, enriquecedora y espero volver a repetir cuando pueda. Mi sponsor  GLUCOSPORT me envió una mochilas para repartirlas entre todos lo que contribuyo a que la mañana tuviese un final con sorpresa.

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