Llevamos unos días que para los que entrenamos a las cuatro y media de la tarde (si, has leído bien. . .a las cuatro y media) las temperaturas de 38-39 grados se han convertido en un suplicio que hay que soportar a base de bidones de bebida isotónica y mucha paciencia. De vez en cuando aprovechamos los chorros de agua verticales que hay en el lago para refrescarnos un poco entre serie y serie pero no sirve de mucho. Menos mal que a estas alturas de la temporada y con un Cpto. de Europa a la vuelta de la esquina no hay tiempo para el aburrimiento.
Los entrenos van muy bien, estoy contento con la progresión y sobre todo con los tiempos y velocidades conseguidas; hace unos dias, haciendo series de 2000 m bajé en cuatro segundos mi mejor tiempo en esa distancia, quien me lo iba a decir a estas alturas. La pasada semana se incorporó a los entrenamientos Ismael (Alberche) que junto con mi compañero habitual Miguel Angel (K: Tudense) hicimos que saltaran chispas en el agua. Se levantó la "veda" y los R1, R2 y R3 se volvieron locos, si ha eso le añades los casi 40 grados el resultado es un autentico entrenamiento kamikaze.
http://youtu.be/d5QLwkQzS9c
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