Un año mas, y creo que ya he perdido la cuenta, fiel a mi cita anual con la San Silvestre Vallecana, una de las carreras populares con mayor participación en todo el mundo. El parte meteorológico anuncia la posibilidad de lluvia pero por suerte los dioses nos han regalado una jornada con no demasiado frío y sin una gota, mejor así, ya sufrí en una pasada edición una carrera pasada por agua y fue un infierno. Por delante 10 kms con una buena pendiente cuesta abajo en sus primeros kilómetros y las ganas de despedir el año corriendo por las calles de Madrid junto a 40.000 corredores.
La organización del evento, perfecta, como siempre, aunque echo en falta mas animación de grupos musicales y dj's en la primera parte de la carrera como el año pasado, eso si, a partir del 5º km reconozco que los disjokeys y grupos animando a los corredores están que se salen, dan ganas de pararse y quedarse unos minutos para desmadrarse un poco. No tengo pensado ir a realizar una buena marca, la San Silvestre es una fiesta, hay tanto cachondeo en el circuito que no esta el cuerpo para batir marcas sino para divertirse junto con tus amigos. En la salida me doy cuenta de que me he dejado el chip en casa, vaya por dios, no podré ver mi maravillo tiempo plasmado en la clasificación, que se le va a hacer.
A las 17:00 horas ya estamos en el "cajón" de salida, según la marca acreditada la organización te entrega una pulsera para que accedas a la zona que te corresponde, buen ambiente, muchos disfraces, pelucas y todo el mundo, absolutamente todos, manejando sus smartphones para inmortalizar el momento. Realmente es increible lo de este año con los teléfonos, yo mismo hago varias llamadas a amigos para conversar con ellos mientras corro. . . . . .si, ya se que es muy friki pero que se le va a hacer. . . . .es la San Silvestre.
Una vez en meta nos dirigimos a los guardarropas para recoger nuestras mochilas que previamente hemos entregado a la organización. Menos mal porque la temperatura debe rondar ya los 5 grados y con el sudor la sensación de frio empieza a molestar. Por suerte de algo me tiene que servir la colección de prendas térmicas que uso para entrenar en el agua y la que he llevado en esta ocasión debajo de la camiseta oficial ha sido perfecta. Lo que no es tan perfecto es el traslado a casa, somos 40.000 personas intentando acceder a los coches, autobuses, taxis, metro, etc y en nuestro caso la hora en la acera esperando un taxi a punto está de amargarnos la noche pero el buen humor y el cachondeo no ha hecho mas que empezar. . . . . .la noche es larga y mañana ya veremos.
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