La zona donde comenzábamos el descenso tenia por vecinos a unos peculiares "amiguitos" con los que no contábamos, unos toros de lidia sueltos por los alrededores con cara de pocos amigos, podéis ver en las fotos hechas desde la furgoneta (cualquiera se atrevía a salir), como para dar un paseo por la zona con tu familia.
Con buen criterio se han formado varios grupos para equiparar las fuerzas y Calero, Javier, David el junior y un servidor hemos ido realizado un muy buen entreno con muy buenas sensaciones por mi parte hasta que a falta de 4 o 5 km. Carlos ha recordado que se había dejado el horno encendido y se ha puesto a dar tirones de esos que deberían de estar sancionados por la Federación Internacional de Piraguismo con 2 años de trabajos forzados, Javier también ha tomado parte en la espantada y las pulsaciones han comenzado a rozar límites preocupantes,. . . . por un momento he creído que algún toro se había lanzado al agua persiguiéndonos y yo sin enterarme.
Hola Javi, eso de las fotos no es niebla. AJJAJAJAJAJ
ResponderEliminarRecuerdo algún entreno con Cristobal Riondas, hace ya más de 20 años, en el Guadiana, ibamos uno a ola del otro y casi no nos veíamos, y te aseguro que no es ninguna exageración.
Un abrazo.
Rafa Soriano